Nenía, pensas que eres muy lista e inda tas a medio cocer!

Me entretengo viendo e tiempo pasar a través de la ventana. Dentro, el calor que desprende la cocina de leña. Fuera, la lluvia y el frio de Marzo. Es uno de esos días invernales que huelen a nostalgia y suenan a tristeza.
Cuando vivía aquí hacía esto muy a menudo, ahora sólo de vez en cuando. Pero tanto antes como ahora es la tila que tranquiliza mis demonios.
Desde que tengo recuerdo la vista desde mi ventana ha cambiado infinitas veces, incluso la ventana es distinta, ni siquiera yo seré la misma. En estos 19 años me he contagiado de la locura de Don Quijote, pues donde no hay más que molinos veo gigantes. La diferencia es que el se enfrentó a tres y a mi me tienen rodeada, ¡nos invaden!.
Si Cervantes levantara la pluma escribiría mi historia. No sólo confundo molinos con gigantes, sino que además veo hierros donde antes veía árboles. Desde la ultima primavera han aparecido en mi ventana seis enormes y horribles columnas, ya son doce, y eso que mi ventana es más bien pequeña. Con los molinos me enfrento a una Tercera Guerra Mundial, pero con las columnas será una Segunda Guerra Fría, porque las muy.....van conquiestando terreno con sigilo pero con mucha eficacia.

Mi padre siempre me lo dice: "Nenia pensas que eres muy lista e inda tas a medio cocer". Debe tener razón wsi nadie pirensa como yo o al menos nadie lo dice.
Desde mi egocentrismo de universitaria despierta e inteligente supuse que todos los soldados que están en el frente sacan un beneficio proporcional al riesgo que corren. Pero veo que en este pueblo se están librando dos guerras y nadie, o casi nadie ha sacado beneficio alguno. Lo que me hace pensar que el unico listo aquí es el que le está sacando cosas buenas a esta situación.

La suerte que tengo es que mientras la casa siga en pie, la ventana estará en el mismo sitio y aquí seguiré viendo el tiempo pasar, ese mismo tiempo que más pronto que tarde pohndrá acada uno en su sitio.